Envejecimiento activo.

El envejecimiento de la población constituye una de las tendencias más importantes en el siglo XXI. Una de cada nueve personas en el mundo tiene 60 años o más. Mientras las tasas de fecundidad continúen reduciéndose y la esperanza de vida siga aumentando, la proporción de la población formada por adultos mayores crecerá de forma constante.

La sociedad y la familia deben prepararse para esta tendencia proveyendo redes de apoyo institucionales y familiares para hacer frente a este reto, ya que este segmento de población no es productiva y demanda atención medica, social, familiar y emocional.

Por supuesto que esto no ocurre en todas los casos pues hay adultos que tienen caracteristicas personales diferentes a las de sus predecesores ya que poseen niveles de instrucción más altos y sus condiciones socioculturales y económicas han mejorado; sus niveles de salud, asimismo, han aumentado y envejecen con grados aceptables de competencia física y psíquica. Su apariencia física, por otra parte, es desenvuelta y dinámica. Sin duda, puede afirmarse que los rasgos propios del envejecimiento, aparecen con un retraso considerable respecto a épocas anteriores.

Ejemplos de gerontes activos los tenemos en muchas esferas de la sociedad, los hay escritores como Isabel Allende novelista chilena, científicos como Margarita del Val viróloga española , actores como Anthony Hopkins, políticos como Donald Trump expresidente de los Estados Unidos de America , entre otros.

La práctica de ejercicios físicos, bailar, participar en juegos de mesa como dominó y lotería, terapia ocupacional, hacer manualidades como tejer, bordar, regar plantas, leer libros, llenar crucigramas, incluso cuidado de mascotas, nietos entre otras , influyen positivamente en los adultos mayores, ya que mejoran su autoestima y ejercitan su mente.